En una industria que está en constante cambio gracias al acelerado avance tecnológico de los últimos años, es difícil establecer con claridad ciertos fenómenos debido al progreso de este campo empresarial, este movimiento produce que surjan diversas interrogantes y mitos sobre ciertas actividades, el marketing digital no ha sido la excepción, por lo que es normal que también hayan surgido algunas ideas que vale la pena analizar.
Mitos sobre marketing digital
Mito #1: Los negocios necesitan de una página en Facebook
Si bien es cierto que Facebook sigue siendo la red social por excelencia, los negocios deben de tener en cuenta que la gente no usa esta página con la finalidad de buscar algún negocio, la gente ingresa a consultar publicaciones, ver y subir fotos, y a interactuar con amigos y familiares creando un ambiente social muy personal en donde las empresas no son prioridad ni parte indispensable de dicha atmósfera.
Lo anterior no significa que las empresas no deban abrir una página en Facebook (o cerrarla), sin embargo es claro que mantener esa página muy activa no debería ser la prioridad, ya que se estaría invirtiendo grandes recursos en algo que no es prioritario dentro de la campaña de marketing digital como podría ser la propia página web de la empresa.
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Mito #2: El e-mail marketing es obsoleto
Dar por sentado este hecho sería caer en un gravísimo error, en especial si tenemos presente que existen más personas con cuentas de correo electrónico que personas con cuenta en Facebook (en EEUU el 91% de la población cuenta con un correo electrónico,mientras que solo el 71% posee una cuenta en Facebook), aunado a esto, un correo electrónico tiende a ser más efectivo que un tweet o un post en cuanto a promoción de venta se refiere.
Sin embargo los negocios deben entender que el correo electrónico es algo muy personal para cada individuo, así que se debe ser precavido a la hora de usar el e-mail marketing para no invadir dicho espacio personal ni caer en el spam con correos constantes hacia el usuario, lo cual lejos de interesar al receptor, puede que termine por molestarlo y alejarlo.
Al igual que con el e-mail marketing, se requiere una personalización mesurada, una en la que llegar a las personas indicadas sea el principal objetivo de la campaña.
Para dejarlo más claro, si lanzas una campaña de ventas en la que lograste que 10,000 personas le dieran clic al sitio web, esta cifra solamente sería buena si la gente que ha llegado al sitio, lo haya hecho con la intención de comprar y concretar la transacción, de lo contrario solo tienes un montón de clics que no te reportan ninguna utilidad.
Una campaña que se centra en personalizar su estrategia para alcanzar a las personas indicadas de la manera adecuada y crea un ambiente idóneo para que la venta se concrete, seguramente será más efectiva que una campaña que intenta divertir a todo el mundo.
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Mito #4: El marketing tradicional ya es anticuado
Si bien es cierto que el marketing digital crece y crece, no debemos olvidar que es solo una parte de una estrategia integral para alcanzar tus objetivos.
Cada técnica tiene sus ventajas y desventajas, ambas deberían complementarse para sumar fuerzas y de esta manera lograr alcanzar de manera efectiva a la mayor cantidad de consumidores potenciales, existen diversas herramientas digitales de bajos costos y con gran flexibilidad e inmediatez, estas no se comparan con la mejor y más antigua forma de mercadotecnia existente, el boca a boca.
Siempre ten presente tus objetivos y ve estas técnicas como recursos a tu alcance que se complementan para que puedas conseguir lo que deseas.
Si las aplicas con astucia y buen juicio, es como tener un martillo y un desarmador, definitivamente no tienen punto de comparación, no es posible determinar cuál es mejor o peor debido a que cada una cumple funciones específicas de una manera específica, y las cumplen bien. Lo mismo pasa con estas herramientas y muchas otras que están a tu alcance, debes saber cómo usarlas para que logres los mejores resultados para ti y para tus proyectos.
Aquí te dejamos algunas estrategias de marketing tradicional para la era digital.