En los últimos años ha habido una nueva ola de pensamiento en las empresas SaaS con un enfoque racionalizado: La experiencia del cliente. Por eso hoy conoceremos cómo crear una hoja de ruta precisamente enfocada en el cliente.
Hoy las industrias ponen especial atención en cómo mejorar la experiencia del cliente teniendo un producto óptimo.
La pregunta es: ¿cómo se construye el producto óptimo con un enfoque orientado a la experiencia del cliente?
Aquí es donde entra en juego la hoja de ruta del producto.
¿Qué es una hoja de ruta del producto?
Una hoja de ruta del producto es una representación del crecimiento o la maduración de un producto a lo largo de un periodo de tiempo.
La hoja de ruta del producto suele contener los aspectos clave del producto que la empresa tiene previsto desarrollar. Se establece un calendario para que las partes interesadas puedan seguir el crecimiento y asegurarse de que todo está en marcha.
La hoja de ruta suele desglosarse en subsecciones más pequeñas para que los interesados puedan ver en qué está trabajando la empresa en una semana determinada.
Importancia de saber cómo crear una hoja de ruta de productos enfocada en la experiencia del cliente
Es muy fácil perderse y abrumarse con las decisiones y los matices cuando se construye un producto, especialmente uno tan orientado a la experiencia del cliente.
La hoja de ruta del producto es una forma de planificar y alinear las características y los objetivos clave en un formato limpio y fácil de digerir, a la vez que se tienen en cuenta los comentarios de los clientes.
En lugar de tener conceptos y elementos de acción desarticulados en hojas de cálculo y blocks de notas, una hoja de ruta del producto tiene pasos procesables con tiempos cuantificables establecidos para llevar a cualquier objetivo final.
Componentes de una hoja de ruta de producto
Una buena hoja de ruta del producto debe tener ciertos componentes para comunicar el valor que tiene un producto para el cliente.
Por supuesto, no todas las hojas de ruta se construyen de la misma manera, así que cuando estés construyendo tu hoja de ruta, ten en cuenta que es un trabajo en continuo progreso y que Roma no se construyó en un día.
- Calendario:
Toda buena hoja de ruta debe tener un calendario provisional. A la hora de asignar fechas, organízalas según la importancia de la función que pretendes desarrollar.
- Características:
Las características son las partes más pequeñas de tu producto que crees que son imprescindibles para su éxito en un periodo de tiempo determinado. Tu decides el grado de detalle o simplicidad que deben tener.
Una práctica común es crear una característica de alto nivel y luego especificar bajo ella qué otras características detalladas son necesarias para que funcione. En términos sencillos, piensa en agrupar y subagrupar para definir específicamente los segmentos. Todo esto es ideal para saber cómo crear una hoja de ruta de productos
- Priorización:
Una vez que tengas una línea de tiempo de las características que quieres desarrollar, ahora es el momento de priorizar en qué características centrarse.
Para ello es necesario reunir un equipo potencial para llevar la idea a buen puerto, lo que lleva a la eventual necesidad de alinear el equipo.
La alineación del equipo se reduce a equilibrar las opiniones de todos los miembros del equipo reunido, teniendo en cuenta al mismo tiempo qué características valoran tus clientes.
Quizá te interese conocer algunos ejemplos de atributos de un producto o servicio que los clientes valoran.
- Valor para el cliente:
Un producto es inútil si no se dirige a un público, por muy específico o no que sea.
Por ello, siempre es imperativo encuestar a tu cliente «ideal» para asegurarte de que la función que estás ampliando dentro de tu idea ya desarrollada es relevante para el usuario al que va dirigida.
Conoce las características de una encuesta para lanzar un producto nuevo
- Objetivos:
Un objetivo es la razón por la que te centras en aspectos específicos de una idea para hacerla viable.
- Visión:
La visión puede considerarse la estrella polar de tu hoja de ruta.
La visión se reduce a lo que crees que será el valor, tangible o intangible, que se creará una vez que hayas llevado tu idea a la recta final.
- Los ingresos:
La razón por la que estás haciendo esto es para organizar tu información y crear un plan de acción para maximizar la experiencia del cliente, cuyo objetivo es impulsar los ingresos.
Recuerda que tendrás que presentar esta idea a alguien, y ese alguien al que se la estás presentando siempre va a preguntar alguna variación de «¿cómo me hará esto ganar dinero?».
Así que prepárate y conoce por qué y cómo tu producto te hará ganar más dinero.
Cómo gestionar la hoja de ruta del producto
El término que designa a la persona que gestiona la hoja de ruta del producto es el Product Manager.
Como gestor del producto, debes establecer la visión y definir la estrategia para llevar el producto a buen puerto. ¿Cómo lograrlo?
Identificar y evaluar las oportunidades
Si está leyendo esto, probablemente haya superado esta fase.
En caso de que no lo estés, puedes identificar las oportunidades a partir de diversas fuentes, como las necesidades de los clientes, el análisis de la competencia, las nuevas tendencias del mercado e incluso las ideas de crowdsourcing de los miembros del equipo y la dirección ejecutiva.
Realización de estudios de usuario y de mercado
¿Cómo se sabe que el producto está realmente orientado al cliente?
La única forma tangible es llevar a cabo una búsqueda de usuarios y del mercado para validar si estás o no en el camino correcto.
Puedes utilizar una variedad de herramientas, pero la forma más eficiente sería algún tipo de investigación de usuarios.
Crear una visión y priorizar
Los gestores con más éxito crean una visión clara de la idea y saben cómo crear una hoja de ruta de productos que sea convincente y alcanzable.
Esto sólo es posible una vez que se conoce a profundidad las necesidades del público objetivo y las capacidades (tecnologías, equipos, etc.) de las que se dispone.
Alineación del equipo, comunicación y evangelización interna.
Una vez que sabes cómo crear una hoja de ruta de productos, la elaboras, estudias a tu público y tienes una visión clara de cómo llevarla a cabo, ahora empieza el verdadero trabajo de gestión.
Eres responsable de hacia dónde se dirige todo, así que, para tener éxito, tienes que asegurarte de que haya una comunicación y coordinación continuas entre todos los equipos.
Tienes que asegurarte de que la hoja de ruta del producto se cumple y se actualiza continuamente. De ti depende corregir el rumbo y alcanzar los resultados deseados.
Y lo que es más importante, tienes que ser proactivo con los directivos que tengas o no por encima de ti y estar preparado con cualquier posible deficiencia que pueda surgir y abordarlo.
De este modo, todos verán que eres el capitán y que les llevas a la tierra prometida.
¡Éxito!